Monstros que assim fazem a criaturas indefesas e inocentes!
Monstros, torturadores, assassinos, quer sejam os toureiros, os forcados, os ganadeiros, os que compram bilhete para ir ver, os que vêem na TV, os que compram revistas sobre isto, as empresas que delas se servem para publicidade, os governos que as subsidiam ... Malditos sanguinários!
Piores do que os romanos com as lutas de gladiadores!
Gente que não evoluiu, esta, que isto HOJE defende e promove. Sem margem para dúvida.
Lutemos, seja onde for, para que isto acabe, de vez!
Lutemos pela HARMONIA ENTRE TODOS OS SERES!
Lutemos pela criminalização dos maus-tratos, seja para com animais humanos seja para não humanos, estes últimos, sem dúvida, muito mais desprotegidos pela lei, infelizmente.
Gente que não evoluiu, esta, que isto HOJE defende e promove. Sem margem para dúvida.
Lutemos, seja onde for, para que isto acabe, de vez!
Lutemos pela HARMONIA ENTRE TODOS OS SERES!
Lutemos pela criminalização dos maus-tratos, seja para com animais humanos seja para não humanos, estes últimos, sem dúvida, muito mais desprotegidos pela lei, infelizmente.
Aqui vos deixo um excelente mas
terrível texto sobre a realidade que
tanta gente desconhece, sobre o sofrimento dos touros, texto que agradeço
aos “Aquí
la Difusión al Encanto y Maltrato Animal Internacional "cuja página do Facebook sigo.
CRONOLOGÍA DE LA TORTURA Y MUERTE DEL TORO:
1º "La
divisa."
Antes de salir al ruedo se colocará
en el cuello o morrillo del toro una pieza metálica, que es un arpón y que se
llama divisa, es la primera sensación dolorosa que tiene el toro antes de salir
a la plaza.
2º "La
puya."
Va a romper y a destrozar más de
veinte músculos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos, nervios, estructuras
óseas de vértebras torácicas, costillas, escápulas y a veces va a lesionar la
pleura provocando un neumotórax. Va a abrir trayectos que pueden llegar a tener
una profundidad de 30 centímetros, con una media de 20, y se ha calculado que
cada puyazo abre 7,2 trayectorias diferentes y hará que el toro pierda entre un
8% y un 18% de su volumen sanguíneo, es decir entre 3 y 6,75 litros de sangre.
3º "Las
Banderillas."
Se clavan en el músculo del toro en
número de seis. Su función es provocar
más dolor en las zonas previamente lesionadas por los puyazos y hacer perder
más sangre al animal.
4º "Suerte
suprema."
El diestro introducirá en la cavidad
torácica del animal una espada de acero de un máximo de 88 centímetros que
seccionará todas las estructuras anatómicas que va a encontrar a su paso. ¿Y
qué es lo que el estoque va a hacer un vez que se ha introducido? Producir un
sangrado más o menos copioso según los órganos, venas y arterias que haya seccionado,
en definitiva, hacer padecer al animal una lenta asfixia mientras su tráquea,
bronquios, pulmones y cavidad torácica se encharcan de sangre. Habrá toros que
se traguen su propia sangre, otros que la expulsen por los ollares o por la
boca y otros que sufrirán una parálisis parcial del nervio frénico,
indispensable para la función respiratoria. En este último caso el estoque
traspasará el diafragma clavándose en su hígado y en su panza, provocando una
asfixia aún más agónica.
5º "El
Descabello."
Va a seccionar la médula espinal y
quizá parte del bulbo raquídeo dejando al toro tetrapléjico. Si estaba en pie,
va a caer y, si estaba tumbado, facilitará la labor del puntillero.
6º "La
Puntilla."
Un cuchillo de 10 centímetros de hoja
que se introduce entre el hueso occipital y el atlas, que es la primera
vértebra cervical, para clavarse y rebanar el tronco encefálico o bulbo
raquídeo, un centro nervioso que pone en comunicación la médula con el encéfalo
y que se ocupa, entre otras funciones, de regular el ritmo cardiaco y
respiratorio. El resultado es una lenta parada cardiorrespiratoria. ¿Piensan
ustedes que es instantánea? Ojalá lo fuera. La lesión del bulbo raquídeo, en
función de la zona en que se produzca, puede hacer que un animal, incluido el ser
humano, pase el resto de su vida postrado, siendo consciente pero sin poder
mover ni una sola parte de su cuerpo. Resulta por tanto evidente que si la
puntilla no fuera adecuadamente utilizada, el corte de orejas, en caso de
producirse, y el arrastre posterior serán percibidos y sentidos por el animal.
7º "Otros
daños."
El 60% de los toros lidiados sufre
fisuras y fracturas de cráneo por el choque de sus cabezas contra el estribo
del picador. Lo llaman en la jerga taurina el crimen del estribo del picador.
Un 23% de los toros sufrieron lesiones oculares antes o durante la lidia,
algunas de ellas de mucha gravedad. Las roturas de cuernos y las fracturas de
extremidades son otro de los accidentes del espectáculo. Treinta y dos
parámetros sanguíneos han sido medidos en toros lidiados y muertos y ninguno de
ellos, repito, ninguno, estaba en valores normales o fisiológicos. Me refiero a
marcadores de la función renal, hepática, muscular, electrolitos, glucosa y
hormonas marcadoras del sufrimiento y del estrés en los bóvidos. Todos ellos
estaban alterados y por tanto fuera de lo que los veterinarios consideramos
como normal, es decir, los esperados en un animal sano y exento de
sufrimiento.Todos los toros sufren importantes lesiones en los músculos
encargados de la locomoción por el terrible esfuerzo físico que tienen que
realizar para intentar adaptarse a las exigencias de la lidia, lo que demuestra
su inadaptación a la misma. Todos los toros muestran, tras la realización de
gasometrías, altos niveles de dióxido de carbono y una importante falta de
oxígeno en su sangre y tejidos, lo que conocemos como hipoxia y que conduce a
una grave insuficiencia respiratoria patente durante la lidia. Todos los toros
muestran hacia el final de la lidia una importante disminución de su capacidad
visual, hasta tal punto que difícilmente son capaces de distinguir objetos.
Esto es debido al dolor, a la fatiga muscular, a la constante fijación de la
mirada, a los pases rápidos por parte del torero y sus subalternos y al
agotamiento de los centros nerviosos que se ocupan de la visión. Hasta el
capote y la muleta provocan estragos en estos animales.
Via MIRE*